En una mirada hacia atrás en el tiempo descubrimos que aún no hemos dejado supersticiones ancestrales. Aún seguimos como aquellas culturas que buscaban agüeros en lo que le rodeaban como los etruscos. Una de esas supersticiones que busca encontrar algún significado en los objetos es la astrología.
La astrología sostiene que la constelación en la cual se hallan los planetas al nacer una persona influye profundamente en el futuro de ella. Hace unos miles de años se desarrolló la idea de que los movimientos de los planetas determinaban el destino de los reyes, de las dinastías y de los imperios. La astrología se desarrolló como una extraña combinación de observaciones y de datos cuidadosamente registrados, acompañados de pensamientos confusos y de mentiras piadosas.
La noción de una astrología personal se desarrolló en el Egipto alejandrino y se difundió por los mundos griego y romano hace aproximadamente 2000 años. Hoy en día podemos reconocer la antigüedad de la astrología en palabras como desastre, que en griego significa mala estrella, influenza, presupone una influencia astral; el verbo considerar significa estar con los planetas, lo cual era evidentemente un requisito previo para la reflexión seria. Sorprende encontrar en las estadísticas de mortalidad de la ciudad de Londres de 1632 que, de 9535 muertes, 13 personas sucumbían por el mal llamado “planeta”. ¿Cuáles eran los síntomas?
Y la astrología sigue vivo entre nosotros. El astrónomo Carl Sagan examinó dos columnas de astrología publicadas en dos diferentes periódicos de una misma ciudad en un mismo día. Analizó el New York Post y el Daily News de Nueva York del 21 de septiembre de 1979 suponiendo que uno es Libra. Según el astrólogo del Post, “un compromiso le ayudará a aliviar la tensión”; útil, pero algo vago. Según el astrólogo del Daily News, “debes exigirte más a ti mismo”; recomendación también vaga y al mismo tiempo diferente. Estas “predicciones” no son predicciones, sino más bien consejos: dicen qué hacer, no qué pasará. Los astrólogos recurren deliberadamente a términos tan generales que pueden aplicarse a cualquiera. ¿Por qué se publican sin más explicaciones?
La astrología puede ponerse a prueba aplicándola a la vida de los mellizos. Hay muchos casos en que uno de los mellizos muere en la infancia, mientras que el otro vive una próspera vejez. Cada uno nació exactamente en el mismo lugar y en el mismo día. ¿Cómo podrían dos mellizos tener destinos tan profundamente distintos? Los astrólogos no pueden ni ponerse de acuerdo entre ellos sobre el significado de un horóscopo dado.
La astrología popular moderna proviene directamente de Claudio Tolomeo. Trabajó en la Biblioteca de Alejandría en el siglo segundo. Todas esas cuestiones sobre los planetas ascendentes en tal o cual casa lunar o solar o sobre la Era de Acuario proceden de Tolomeo, que codificó la tradición astrológica babilónico. He aquí un horóscopo típico de la época de Tolomeo, escrito en griego sobre papiro, para una niña pequeña nacida el año 150:
“Nacimiento de Filoe, año décimo de Antonio César, 15 a 16 de Famenot, primera hora de la noche. El Sol en Piscis, Júpiter y Mercurio en Aries, Saturno en Cáncer, Marte en Leo, Venus y la Luna en Acuario, horóscopo, Capricornio.”
>La manera de enumerar los meses y los años ha cambiado mucho más a lo largo de los siglos que las sutilezas astrológicas. Un típico pasaje de la obra astrológica de Tolomeo, el Tetrabiblos, dice:
“Cuando Saturno está en Oriente da a sus individuos un aspecto moreno de piel, robusto, de cabello oscuro y rizado, barbudo, con ojos de tamaño moderado, de estatura media, y en el temperamento los dota de un exceso de húmedo y de frío.”
Tolomeo creía no sólo que las formas de comportamiento estaban influidas por los planetas y las estrellas, sino también que la estatura, la complexión, el carácter e incluso las anormalidades físicas congénitas estaban determinadas por las estrellas. En este punto los astrólogos modernos han adoptado una postura más cautelosa.
Los astrólogos ignoran la refracción atmosférica sobre la cual Tolomeo escribió. Los astrólogos pasan por alto a todos los satélites, planetas, asteroides, cometas, quasares, pulsares, galaxias, estrellas simbióticas y fuentes de rayos X que se han descubierto desde la época de Tolomeo. ¿Por qué no deberían tomar en cuenta a todos estos al hacer sus vaticinios y por qué solo tomar en cuenta solamente a los planetas que los babilonios conocían?
La astronomía es una ciencia que estudia el universo como tal. La astrología es una seudociencia, una pretensión de que los demás planetas influyen en nuestras vidas cotidianas. En tiempos de Tolomeo la distinción entre astronomía y astrología no era clara. Hoy sí lo es. Tolomeo, en su calidad de astrónomo, puso nombre a las estrellas, catalogó su brillo, dio buenas razones para creer que la Tierra es una esfera, estableció normas para predecir eclipses, y quizás lo más importante, intentó comprender por qué los planetas presentan ese extraño movimiento errante contra el fondo de las constelaciones lejanas. Desarrolló un modelo de predicción para entender los movimientos planetarios y de codificar el mensaje de los cielos.
(Cosmos del astrónomo Carl Sagan, páginas 48 a 51 publicado en 1980)